Rol y principales objetivos: Application Manager

Application Manager: ¿quién es?
El cargo de Application Manager hace referencia a aquel profesional que, dentro de una empresa, se ocupa principalmente de verificar e instalar las actualizaciones para las diversas aplicaciones corporativas.
Muchas empresas, de hecho, utilizan diariamente un número considerable de aplicaciones y software: gestión de CRM, gestión de recursos humanos y software para facturas electrónicas, por poner algunos ejemplos. Estos programas deben revisarse y actualizarse continuamente, para que siempre puedan ser cien por cien funcionales y eficientes: una aplicación desactualizada podría ralentizarse e incluso detenerse, provocando graves retrasos y problemas en el desarrollo normal de las actividades empresariales.
La figura del Gestor de Aplicaciones se hace, por tanto, necesaria en la medida en que estas actualizaciones no son fáciles e intuitivas de gestionar: al tratarse de procesos complejos y delicados - que también pueden derivar en un bloqueo operativo - conviene contactar con un profesional, evitando encomendar el trabajo a un empleado que tiene un rol similar pero que, de hecho, no tiene las habilidades necesarias.
Las empresas más grandes pueden decidir contratar a un Application Manager interno, mientras que otras empresas, para tratar de limitar los costes, podrían confiar en procesos de externalización, recurriendo a una figura externa que se contacta si es necesario.
El Administrador de aplicaciones interactúa con otros profesionales como el Desarrollador de aplicaciones, el Consultor de aplicaciones y el Administrador de aplicaciones comerciales. Estos perfiles respaldan su trabajo mediante el estudio de las necesidades comerciales, el desarrollo de nuevas aplicaciones y la administración de estas.
Principales objetivos del Application Manager
El trabajo del Application Manager consiste en llevar a cabo el mantenimiento y las actualizaciones de las aplicaciones comerciales para optimizar el rendimiento y la eficiencia de las aplicaciones mismas durante todo su ciclo de vida.
Principalmente, la labor de este profesional se orienta a la consecución de objetivos como:
- Apoyar el desarrollo y la innovación de los diferentes procesos del negocio.
- Estimular la flexibilidad operativa.
- Agilizar la integración de varios software y sistemas de gestión.
- Asumir los tiempos y costes necesarios para las intervenciones de mantenimiento.
- Limitar la posibilidad de cometer errores.
- Generar ventajas competitivas considerables.
Esta actividad de mantenimiento está diseñada para apoyar a las empresas, para mantener bajo control el conjunto de aplicaciones, sin verse abrumadas por cambios tecnológicos repentinos y fomentando la innovación de forma continua y duradera.
Por qué contratar un Application Manager
Las razones por las que las empresas deberían contratar a esta figura de TI se dan en diferentes niveles:
- Apoya a las empresas en la identificación de las principales áreas capaces de generar valor de negocio.
- Permite a la empresa permanecer enfocada en su negocio principal, ahorrando un tiempo muy valioso.
- Permite a la empresa tener información siempre actualizada y veraz.
- Elimina el riesgo de olvidar los plazos de las distintas actualizaciones.
- Resuelve rápidamente los distintos problemas que puedan surgir.
Finalmente, el Application Manager tiene cierta relevancia al sugerir a la empresa cuáles podrían ser las mejores aplicaciones en las que invertir: mediante la realización de una serie de investigaciones y análisis preliminares es capaz de sugerir qué aplicaciones podrían agregar valor competitivo al negocio. Para proceder a la compra de estas aplicaciones, esta figura junto con, por ejemplo, el Chief Technology Officer, evalúa si los costes a incurrir pueden estar dentro del presupuesto asignado para este tipo de operaciones o si es necesario aplazar la compra a otro momento.
Fuentes
- application manager (app manager), techtarget.com
- ¿Qué hace un administrador de aplicaciones web?, ifp.es